31/1/15

LECTURAS EQUÍVOCAS




Lucía Egaña (publicat al blog Violencia de la intimidad)

¿es la autora de un texto la responsable de las lecturas (equívocas e inequívocas) que de él se hagan? siempre pensé que no. a pesar que desde el año 2001 ya sostenía con garras y uñas que una producción cultural (llamémosle así a un libro, un video o un artefacto artístico) no estaba concluida en su producción sin la asimilación de ésta por un otro (digamos en su lectura, visión o apreciación).
hay entonces, siguiendo la línea torcida que yo misma he dibujado, una situación de “responsabilidad compartida” (así rotulaba la televisión chilena a los contenidos que emitía, como forma de no cargar con toda la “culpa”, con toda la responsabilidad que significaba el emitir a través de un medio sin “llaves de seguridad” un contenido presuntamente impropio) que implica en la constitución de algo su asimilación y por ende una entidad que es flexible e indeterminada y que excede como mínimo a su productora, aunque de alguna forma está vinculada a ella. es como una entidad nueva formadas por agentes que no se conocen entre sí.
cuando teresa de lauretis se lamenta de que su (en principio) revolucionario término “teoría queer” se haya institucionalizado de forma impropia, algo que tenía por objetivo la ruptura total; o cuando judith butler prácticamente se retracta de haber utilizado en un párrafo la figura del drag king para ejemplificar la noción de performatividad, al darse cuenta que una masa que crece potencialmente con cada traducción de su texto define de forma reduccionista la performatividad a través de esta figura, entonces… entonces las veo a ellas algo agobiadas por reencauzar su producción, justo en ese posible punto de fuga que es la asimilación. algo que ellas, a pesar de su cerebro, no logran controlar ni con los más amplios ejercicios de fuerza mental.
fantaseo con una escala evaluativa (y perversa como cualquier estadística) en la que se cuantifiquen las lecturas equívocas de los textos.
¿cómo se puede “blindar” un texto? ¿cómo aprehender el camino que hace lo que sacas afuera, cuando ya no es tuyo?
improbable, imposible y del todo inconducente sería el esfuerzo.
no hay que desconocer la revolución que nace del error. habría más bien que recurrir a este mismo error para abrir las potencialidades de lo que dejó de ser nuestro. pero foucault ya está muerto. y la butler no lee los blogs del activismo hispanohablante. y hay barreras infranqueables entre lo suyo y lo ¿nuestro? que operan como blindajes, como carcasas, como ratoneras. de todas formas, y con más de doce años de distancia, sigo pensando que un libro no es libro hasta que no le hayan comido las esquinas a muchas de sus fotocopias

[Lucía Egaña serà a NauEstruch el dissabte 7 de febrer, participant a HiloMental]